01 noviembre 2010

Discovery : aquella primera tripulación

La cuenta regresiva para el lanzamiento del miércoles ya se inició y continúa sin demoras, si todo va bien, ese día comenzará el final para el transbordador Discovery al cual, luego de 39 vuelos, le llegará el merecido descanso.

Hawley, Hartsfield, Walker, Resnik, Mullane y Coats, los seis primeros del Discovery.

Mientras los seis tripulantes ultiman los detalles antes de partir, en la misión STS-133 rumbo a la estación espacial, es un buen momento para recordar a otros seis tripulantes; casualmente otro grupo integrado por cinco hombres y una mujer fue el que inició la serie de vuelos de este emblemático transbordador, allá por agosto de 1984.

La primera misión del Discovery se denominó STS-41D, de acuerdo a la vieja nomenclatura para designar misiones del transbordador en la cual en este caso el 4 indicaba el año de lanzamiento (1984) el 1 el sitio de lanzamiento (1 para el Centro Espacial Kennedy y 2 para Vandenberg) y la letra el orden dentro de ese año (D=4º).



Por tercera vez en la historia una nave espacial realizaría su primer vuelo con tripulantes (luego del Columbia y el Challenger), la tripulación designada para el vuelo inagural del Discovery estaba encabezada por el comandante Henry Hartsfield, un veterano astronauta del grupo 7 de la NASA, pero ya había formado parte del segundo grupo de astronautas de la Fuerza Aérea para el proyecto MOL, el cual nunca se concretó. Además de su pasado como Coronel de la Fuerza Aérea, Hartsfield ya venía de realizar un vuelo espacial, la misión STS-4 Columbia en  1982, junto a Ken Mattingly, el último vuelo de pruebas del transbordador.
Su tercer y último vuelo lo realizó en 1985, comandando al Challenger en la misión STS-61A: Se retiró del servicio activo en 1988.

El piloto designado fue Michael Coats, un astronauta de la primera camada del transbordador, grupo 8 (1978) fue todo un honor pilotear la nueva nave, hecho que le valió luego ser comandante en dos misiones más, la STS-29 (1989) y la STS-39 (1991) siempre en el transbordador Discovery.








El astronauta Richard Mullane también era del grupo 8 de la NASA y este era su primer vuelo como especialista en misión, científico egresado de la Academia Militar, recibió con alegría esta misión sabiendo que tendría la posibilidad de probar nuevas tecnologías. Luego volaría en las misiones STS-27 Discovery (1988) y STS-36 Atlantis (1990) ambas misiones de perfil militar; luego de su última misión se retiró ese mismo año.




El segundo especialista en misión fue Steven Hawley, otro joven del grupo 8 que realizaba aquí su primer vuelo, astrónomo y astrofísico, sus grandes conocimientos aplicados le valieron su participación en numerosas misiones relacionadas con la astronomía; STS-61C Columbia (1986), STS-31 Discovery (1990) que incluyó la puesta en órbita del Hubble, STS-82 Discovery (1997), el segundo service al Hubble y STS-93 Columbia (1999) la cual puso en órbita al sofisticado telescopio Chandra. Se retiró en 2008.





La tercer especialista en misión fue Judith Arlene Resnik, del grupo 8 también, realizaba aquí su primer vuelo y era una excelente ingeniera eléctrica: Lamentablemente falleció en el accidente del Challenger en 1986 cuando comenzaba su segundo vuelo, un cráter en Venus y el asteroide 3356 llevan su nombre.






El sexto tripulante no era un astronauta propiamente dicho, se trataba de Charles Walker un alto gerente de la empresa McDonnell Douglas, quien se convirtió en el primer especialista en carga de pago "esponsoreado" por esa empresa, su trabajo en sistemas de electroforesis en el espacio le valió participar en otras dos misiones más, la STS-51D (1985) y la STS-61B: Actualmente es el presidente de la National Space Society.

Esta primera misión del Discovery, además de colocar en órbita tres satélites de comunicaciones, tuvo como objetivo probar una nueva tecnología que hoy es muy común, la performance de un gran panel solar con la suficiente capacidad de lograr energía para grandes módulos y/o estaciones espaciales, esta prueba fue una de las que determinaron la actual modalidad de energía en la Estación Espacial Internacional; sin dudas esta misión y su tripulación realziaron un gran aporte que se testimonia en el presente.

Muy pronto el Discovery y su gente, a lo largo de sus 39 vuelos, dejará un gran legado que será, sin dudas, recordado para siempre en la historia de los vuelos espaciales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente recuerdo !

Juan Carlos

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